Los inmigrantes que se encuentren sin trabajo, alojamiento o medios económicos, tienen el apoyo de la Casa de la Solidaridad de Albacete. Es aquí donde se analiza su situación y se les facilita una estancia de diez días en el Albergue Municipal, paso previo para acabar en el campamento de la tapia del Cementerio.
Una vez en las casetas prefabricadas, los que no tienen trabajo reciben lotes de alimentos, y los que tienen empleo pueden recurrir a un economato donde la comida está más barata que en el Centro. La concejal de Inmigración, Rosa Pérez, reconocía ayer que el campamento de La Dehesa no es el más apropiado para el invierno, pero insistió en que si no se ha cerrado ha sido por no dejar a doscientas personas a la intemperie. «Todo lo hacemos por razones humanitarias. Los ayuntamientos no tenemos competencias en materia de inmigración. Todo lo hacemos como podemos, desde las charlas preventivas hasta los cursos de castellano», reiteró.
La concejal esperaba ayer que las mantas empezaran a repartirse esta misma semana, pero también contaba con que los inmigrantes se
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