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domingo, 2 de noviembre de 2008

Agresión sexual y explotación: 10 rumanos y 34 españoles detenidos


El Digital de Castilla-La Mancha

EN LOS PUEBLOS DE ARGAMASILLA DE ALBA Y TOMELLOSO

Macrooperación contra la explotación de personas en Castilla-La Mancha. No se descartan nuevas detenciones. Podría haber más de 200 inmigrantes estafados

La Policía Nacional y la Guardia Civil, en una operación conjunta, han desarticulado dos grupos que explotaban a trabajadores rumanos y ha detenido a 44 personas en las localidades ciudadrealeñas de Argamasilla de Alba y Tomelloso.

Según explicó el delegado del Gobierno, Máximo Díaz Cano, del total de detenidos 10 son rumanos y 34 españoles, estos últimos agricultores de la zona, de los que 7 están en prisión y el resto en libertad con cargos.
A todos ellos se les acusa de un delito contra la libertad de las personas, mientras que a uno de los miembros del grupo se le acusa también de coacciones, amenazas y agresión sexual.Los trabajadores eran captados en su país a través de diferentes métodos, entre ellos, anuncios en medios de comunicación o Internet, con la promesa de que en España trabajarían en la construcción o la agricultura con un sueldo mensual de 2.000 euros, cuando el sueldo medio en Rumania no llega a los 300 euros.
Los trabajadores eran trasladados a España en autobuses de línea regular o contratados por la propia organización, previo pago de 400 euros, dinero que también podía ser descontado de lo que ganara, y los jefes de los grupos cobraban los sueldos de los trabajadores.
De esta cantidad, se les quitaba de 50 a 100 euros por el alquiler de una casa, en cada una podían llegar a vivir 30 personas, unos 5 a 10 euros diarios por traslado al trabajo y otras cantidades por la comida, por lo que a cada trabajador le quedaban entre 10 y 15 euros diarios.
En la actuación policial, se han realizado cuatro registros domiciliarios, dos en Argamasilla de Alba y dos en Tomelloso. Según relató Díaz Cano, la investigación de la Policía Nacional se inicio en 2005, mientras que la de la Guardia Civil se puso en marcha en abril pasado por la denuncia de un afectado, estimándose que, en los últimos cuatro años, estos dos grupos, que tenían relación entre ellos, podían haber explotado a unos 200 inmigrantes.
Guerra sin cuartel
Al hilo de esta operación, Díaz Cano aseguró que la lucha contra la explotación laboral de inmigrantes es una "guerra sin cuartel" que mantienen tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil.
En este sentido, señaló que durante esta vendimia se han firmado más contratos que nunca y que los agricultores cada son más conscientes de que lo correcto es hacer las cosas legalmente.No obstante, agregó, en referencia a los agricultores detenidos en la operación dada a conocer hoy, todavía quedan pequeños resquicios con loa que hay que acabar.

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