La Tribuna de Ciudad Real
El campus de Ciudad Real recibe aproximadamente un 30 por ciento de todos los extranjeros que se matriculan en la UCLM, ya sean Erasmus o de países extracomunitarios.
La Administración ha reconocido hasta el pasado 19 de octubre 143 permisos de residencia de ciudadanos extranjeros por razón de estudios en Ciudad Real, lo que multiplica por once la cifra de 1998.
El dato, facilitado por la Subdelegación del Gobierno, contrasta con los 13 permisos reconocidos en el año 1998 o los siete que se autorizaron en 2002, según las tablas del Anuario de la Inmigración actualizados el pasado mes de septiembre por el Ministerio de Trabajo. Fue a partir de 2003, con 35 expedientes, cuando comenzó el crecimiento de estos permisos. La barrera del centenar se rebasó en 2005, con 127 casos -ese fue el año del plan de normalización de extranjeros- y siguieron creciendo hasta 136 el 31 de diciembre de 2007 y 140 el pasado 30 de junio. El efecto de las vacaciones del sistema educativo rebajó la cifra de permisos en vigor hasta 47 a fecha de 30 de septiembre.
Estos datos se refieren a estudios oficiales de todos los niveles, incluso de postgrado que imparten instituciones privadas.
La coordinadora del Consorcio de Entidades en pro de la Integración de los Migrantes (Cepaim) en Ciudad Real, Antonia Liberato, subraya que pese al aumento generalizado de esos permisos, se han endurecido las condiciones para su autorización. «Hace unos años bastaba con tener la invitación del centro, ahora, incluso teniendo una beca, te puedes encontrar con que te deniegan el visado», explica.
Los estudiantes deben demostrar que cuentan con medios económicos suficientes, de modo que deben disponer de un depósito bancario permanente de unos diez mil dólares, unos 8.000 euros.
Esta condición se aplica sobre un población que normalmente procede de países latinoamericanos o norteafricanos, con una renta disponible inferior a la española y a jóvenes que no disfrutan de trabajos bien remunerados, de modo que la demostración de esos ingresos recae sobre los padres.
Liberato admite que con estas exigencias se trata de asegurar que los jóvenes no tengan necesidad de un empleo para mantenerse, pero aboga por un enfoque más flexible. La legislación establece que los beneficiarios de estos permisos no pueden trabajar en España hasta que cumplen el tercer año de residencia y excepcionalmente concede licencias de trabajo a tiempo parcial.
Sin embargo, una parte de estos permisos no se refieren a estudiantes, sino a sus familiares. Es el caso de personas que consiguen una beca para realizar un doctorado en España durante varios años y traen con ellos a su esposa o sus hijos. Es relativamente frecuente entre profesores de universidad que llegan con una ayuda de su propio gobierno o su centro de estudios. De hecho, de los 136 permisos por estudios aprobados en 2007, 17 fueron para familiares.
En la UCLM, el delegado del rector para las Relaciones Internacionales, Porfirio Sanz, reconoce que la institución académica admite cada año entre 400 y 450 estudiantes Erasmus, es decir, ciudadanos comunitarios que no precisan permiso de residencia, y entre 125 y 150 de procedencia latinoamericana y norteamericana, para los que el visado es obligatorio.
Aproximadamente, un 30 por ciento de los alumnos de cada uno de estos grupos estudia en el campus de Ciudad Real.
La Universidad tiene establecido un mecanismo de acogida a sus estudiantes extranjeros a partir de las oficinas de relaciones internacionales de cada campus. Allí se dirige el nuevo alumno el día de su llegada para recibir información sobre la ciudad en la que va a vivir y su centro de estudios. En éste deberá presentarse al coordinador, quien tiene la función de darle a conocer a sus profesores, informarle del programa formativo y, si fuera necesario, facilitarle los cursos de español.
Otro asunto a solucionar es el alojamiento. Así, los jóvenes reciben información sobre las residencias de la Universidad o si prefieren estar en una vivienda particular se les encamina hacia la bolsa de alquiler de la Junta.
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