La Tribuna de Ciudad Real
Los inmigrantes esperan tener más peso político en su país gracias a la elección de representantes específicos • Coincidiendo con la jornada electoral se organizan fiestas
Un buen número de ciudadanos rumanos residentes en Ciudad Real se disponen a ejercer hoy su derecho al voto y lo hacen con la esperanza de que su participación con representantes específicos de la diáspora rumana en el parlamento de Bucarest les permita tener más peso en la política de su país. La jornada dominical se prepara como una fiesta, y no sólo en Ciudad Real y en Alcázar de San Juan, por ejemplo, la comunidad rumana de Villarrubia de los Ojos ha preparado cinco autobuses para ir a votar a Alcázar de San Juan y a su regreso, sobre las 11.30 horas iniciarán una fiesta con competiciones deportivas, juegos y productos tradicionales a la que están invitados todos los vecinos de la localidad, según explicó el vicepresidente de la Coordinadora de Inmigrantes de Castilla-La Mancha, Mijai Chis.
Chis cree que estas elecciones son importantes porque el hecho de que la diáspora rumana elija sus propios representantes, hará que estos políticos se preocupen más por la situación de las comunidades en el exterior, algo que a su juicio ha faltado en la gestión de los gobiernos de Bucarest.
Otro de los motivos para la celebración es que mañana es la fiesta nacional de Rumanía. Madalina Elena Tudor, miembro de la Asociación Hispano-Rumana detalla que el 1 de diciembre se recuerda la unión de Transilvania y Rumanía tras la finalización de la I Guerra Mundial para formar el Estado actual.
Hasta tal punto llega el interés por estas elecciones, que Gheorghe Dumitru, que convalece en su casa de una reciente operación afirma: «Haré todo lo posible por ir a votar», lo que le exigirá salir de su domicilio por primera vez desde la intervención quirúrgica.
Sin embargo, la valoración sobre la política rumana difiere bastante según los casos. Así, Tudor considera que los políticos de su país son peores que los españoles. «Van de un partido a otro buscando estar cerca del que tiene el poder y la gente está un poco cansada de eso», afirma esta ciudadana rumana que piensa que la afiliación a un partido debe producirse por empatía ideológica.
La hora de los jóvenes.
Esta opinión no la comparte Monica Balta, natural de la localidad Jibou-Sâbj. «Hay muchos jóvenes con ideas nuevas que están entrando en política y para ellos van a ser muy importantes estas elecciones», afirma.
Balta está dispuesta a pasar toda la jornada del domingo en el colegio electoral de la carretera de la Fuensanta y resalta la gran influencia que tendrán en el resultado final los 70.000 rumanos de Castilla-La Mancha con derecho a voto, donde viven 85.000 personas de esta nacionalidad.
Otra componente de la asociación, Roxanna Mattei, estará toda la jornada en el colegio de Alcázar de San Juan colaborando en el desarrollo de la jornada electoral. A ella le parece «genial» la reforma de la ley electoral, después de varios años de residencia en España en los que «hubiera querido votar pero no me fue posible».
Incluso Daniel Denitescu, un joven que reconoce que no está muy al tanto de la actualidad política de Bucarest, se muestra decidido a votar durante la jornada de hoy, «porque está muy bien que a los rumanos de la diáspora se nos escuche». Lo dice una persona que encuentra como mayor diferencia entre la política rumana y española «que aquí el trabajo se paga bien».
Otro joven Ionut Jimbooean, natural de Cluj-Napoca, cree que es importante participar en las elecciones, «los electores van a tener influencia en el diputado que salga elegido, y a través del parlamento podemos influir en el futuro del país», afirma.
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domingo, 30 de noviembre de 2008
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