La Tribuna de Toledo
Lo han hecho mediante unas jornadas de convivencia en un albergue de Urda en el que se ha estudiado la forma de mejorar el trato a un sector que representa al 13 por ciento de los vecinos
`Doy miedo’, ‘Soy una coqueta’, ‘Puedes contar conmigo’ o ‘Tengo carisma’ eran algunos de los roles que los participantes llevaban escritos sobre la frente en una de las dinámicas en las cuales 13 empleados municipales de Torrijos participaron el pasado fin de semana. Éstas se encuadraban en unas jornadas sobre multiculturalidad que se desarrollaron durante sábado y domingo en el albergue juvenil ‘La Casa de los Forestales’, en la localidad toledana de Urda, promoviéndose en ellas un trato igualitario para con todos los ciudadanos. Si bien estaban invitados a asistir trabajadores de todos los departamentos del Consistorio, finalmente la mayoría pertenecía al de Servicios Sociales, aunque también se sumó personal procedente de algún otro área, que terminó integrándose bastante bien con el resto, según manifestó María Jesús Flores, concejala de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Torrijos.
Y es que este encuentro se convertía al mismo tiempo en una oportunidad para la convivencia entre estos empleados que habitualmente sólo se ven en el entorno de trabajo. Si bien estas sesiones también tenían como objetivo que ellos mejoraran en el desempeño de sus tareas en el Ayuntamiento en cuanto a la manera de dirigirse al público de diferentes culturas, el cual prolifera en la localidad, donde el 13 por ciento de los empadronados son inmigrantes procedentes de 50 nacionalidades distintas, estaban organizadas de manera lúdica.
Se llevaron a cabo actividades de multiaventura como escalada, tirolina, tiro con arco o paintball y otro tipo de juegos, invitando siempre todo lo programado a la reflexión. En la noche del sábado el humor se hizo presente con una nueva propuesta, basada en analizar cómo cada alumno se enfrentaba a una situación problemática de una forma distinta. Otra dinámica consistía en debatir a cerca de lo que cada cual pensaba sobre una determinada frase hecha, como por ejemplo ‘No te doy mi confianza porque no te conozco’.
Flores consideró que había sido una muy grata experiencia en tanto que había ayudado a valorar a los participantes si realmente tenían superados todos los prejuicios que en ocasiones subyacen a la hora de mirar de una forma o de otra a una persona de una cultura distinta. La concejala cree que gran parte de estos empleados eran conscientes ya de la necesidad de que exista igualdad de trato hacia los inmigrantes y así lo demostraban cuando les atendían, pero «a veces todavía no somos tan abiertos como parece en las ideas que tenemos preconcebidas en nuestro interior», reconoció, admitiendo que las jornadas habían servido además para el autoconocimiento personal de cada miembro del equipo.
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martes, 11 de noviembre de 2008
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