La Verdad
Pequeñas empresas de albañilería, tiendas de productos dietéticos y establecimientos de arreglos de ropa despiertan el interés de los emprendedores albaceteños
No hay mal que por bien no venga, dice el refrán, y eso han debido pensar muchos albaceteños que, azuzados por los efectos de la crisis económica, se han lanzado a montar su propio negocio en los sectores más variopintos. La consigna, en todos los casos, parece clara: aprovechar la propia experiencia y recortar al máximo la inversión necesaria.
Pequeñas empresas de albañilería, comercios de productos dietéticos y establecimientos de arreglos de ropa son, según explica el coordinador y jefe de tramitación de la Ventanilla Única Empresarial (VUE), Antonio Cantos, algunas de las nuevas iniciativas empresariales que despuntan con fuerza entre los emprendedores albaceteños.
«Hay muchos obreros de la construcción, con categorías profesionales diversas, que se han quedado en paro y que deciden rentabilizar sus conocimientos mediante pequeñas empresas de albañilería, fontanería o revestimientos dedicadas a la reforma de viviendas particulares», indica el representante de la VUE.
En el mismo sentido se pronunciaba María Ángeles García, coordinadora provincial del Servicio de Orientación Laboral de Forem-CC OO, quien recordaba que profesionales de la construcción y del transporte, «después de muchos años trabajando, deciden montar su propio negocio porque llegan a una edad en la que creen que no van a llegar a ningún sitio en la empresa en la que están y buscan una seguridad».
Quienes también dirigen su saber hacer personal al mundo laboral son los artífices de pequeños establecimientos de arreglos de ropa, regentados en su mayoría por mujeres y donde sobresale la presencia de inmigrantes extracomunitarias que deciden establecerse por su cuenta, según comentaban desde la Ventanilla Única Empresarial.
Inmigrantes
Los varones de origen inmigrante son también usuarios del Servicio de Orientación Laboral de Comisiones Obreras, a donde acuden buscando información para la puesta en marcha de negocios relacionados con su país de origen, como tiendas de alimentación o locutorios. Se trata, según explicaba María Ángeles García, de casi la única alternativa de autoempleo que tiene este colectivo, más allá de los trabajos «que otros no quieren», como las faenas agrícolas o la construcción.
Entre los negocios que parecen estar al margen del parón económico están los relacionados con el culto al cuerpo o la salud, o al menos así se desprende de la incidencia creciente de comercios de productos de dietética, herboristerías y empresas de nutrición que, según los datos de la VUE, han proliferado este año en Albacete.
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