La Tribuna de Ciudad Real
Cerca de 700 rumanos, el 45% de los 1.546 extranjeros atendidos en 2008, han acudido a la confederación multiplicando por dos su demanda con respecto al primer semestre de 2007.
El número de inmigrantes que ha solicitado ayuda a Cáritas Diocesana de Ciudad Real ha aumentado un 15 por ciento en el último año, al pasar de los 1.377 atendidos el primer semestre de 2007 a los 1.546 de los extranjeros asistidos de enero a junio de 2008. De ellos, cabe destacar el incremento de personas procedentes de Europa del Este con cerca de 700 inmigrantes contabilizados. Son un 45 por ciento del total y su demanda de ayuda se ha duplicado en sólo un año, ya que en el mismo periodo de 2007 eran 344 y, entonces, representaban un 25 por ciento.
Los primeros afectados por la crisis financiera que atraviesa España son las clases más bajas de las sociedad. Allí están los inmigrantes. En Ciudad Real, este colectivo pasa por una transición complicada ante la falta de trabajo y la imposibilidad de pagar sus hipotecas o alquileres. Y es que lo cierto es que la parálisis económica se ha cebado especialmente con el sector construcción, que ha empezado a generar un flujo desesperante de desempleo. Así lo ponen de manifiesto desde Cáritas al afirmar que «muchos de los extranjeros que hace tres o cuatro años fueron atendidos por nosotros u otros recursos han vuelto a pedirnos alguna ayuda».
La incorporación de Rumania y Bulgaria a la Unión Europea en enero de 2007 favoreció un movimiento migratorio importante, «debido a unas expectativas de trabajo que no se han conseguido», como así precisan desde la confederación oficial de las entidades de acción caritativa y social de la Iglesia Católica. «La crisis afecta más a los que tienen menos y, sobre todo, a inmigrantes que ya estaban trabajando con una normalidad», señalan en este sentido.
La mayoría de ellos son rumanos. Por detrás, se sitúan los extranjeros procedentes de América Latina con un total de 495 atendidos, el 32 por ciento del total. Su número también se ha incrementado con respecto al mismo periodo del año pasado (450), aunque en menor medida. «La procedencia de las personas ha variado con respecto al año 2007, de tal manera que el 59 por ciento procede de Europa Comunitaria, el 1 por ciento de la Europa no comunitaria, donde hemos apreciado una disminución considerable, y un 8 por ciento de África, fundamentalmente de Marruecos y el Sahara», añadieron desde Cáritas.
El 53 por ciento del colectivo inmigrante que se acerca a Cáritas a demandar ayuda tiene rostro de mujer. Además, en cuanto al perfil que dibuja la actual situación, «se trata de una población joven, de tal forma que el 50,25 por ciento se concentra en el intervalo de 20 a 35 años y el 30 por ciento tiene entre 35 y 49».
Situaciones. El planteamiento de necesidades a atender es amplio. De este modo, desde Cáritas se les ha prestado ayuda en caso de situación de irregularidad, carencia de alimentos, ropa o alojamiento, precariedad económica, abuso de alcohol, violencia doméstica, dificultades idiomáticas y de convivencia, falta de integración, acceso a un trabajo regularizado y abusos laborales por parte de quienes les contratan.
La puesta en marcha de talleres, como instrumentos para la intervención, bien por iniciativa propia, como en coordinación con los servicios sociales municipales, es una forma de dotar a las personas inmigrantes, especialmente a las mujeres, de herramientas mínimas para incorporarse el mercado laboral, sobre todo como empleadas de hogar y atención a personas mayores. A través de los talleres que se han realizado en algunas de las localidades, y en los que han participado un total de 135 inmigrantes, se ha dado respuesta a este objetivo.
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domingo, 3 de agosto de 2008
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