La Verdad de Albacete
Las 34 familias afirman haber sufrido 17 robos en 3 años, principalmente durante los meses de verano Se han planteado la posibilidad de poner en marcha patrullas ciudadanas para enfrentarse al problema
La llegada del verano para las aproximadamente 34 familias que tienen una vivienda en la urbanización La Pérgola, situada en la carretera de Peñas de San Pedro, ha dejado de ser una buena noticia, ya que desde hace tres años afirman que no paran de sufrir robos en esta época del año. En concreto, han contabilizado 17, aunque piensan que podrían ser más, ya que no han hablado con todos los vecinos.
Aunque no saben a ciencia cierta quien o quienes ha podido cometer estos asaltos a las viviendas, aseguran que podrían tener que ver con los dos asentamientos de rumanos que hay junto a la urbanización. Así lo afirman muchos vecinos, entre ellos Emilio García García, que recientemente ha sufrido uno de estos robos. «Los robos se concentran en época estival, coincidiendo con la llegada de estos colectivos de inmigrantes rumanos o del Este de Europa, que están en los asentamientos de la zona, por eso pensamos que está relacionado».
Asentamientos
Los asentamientos se encuentran ubicados en el camino que une la urbanización con la zona de la universidad y en la entrada de la carretera de las Peñas, ambos muy cerca de La Pérgola.
Aunque los vecinos desconocen el número de personas exacto que vive en estos asentamientos, se hacen una idea, como explica Rosario Marcos. «El número de personas que viven en los asentamientos varía. En invierno han estado viviendo tres o cuatro familias y no hemos tenido ningún problema, pero ahora con el verano la cifra se ha acrecentado. Hay días que ves bajar camionetas cargadas de gente».
Aunque gran parte de los vecinos piensan que los rumanos son responsables de los robos, todos están de acuerdo en que hay rumanos honrados. «No sabemos si es por toda la gente que hay en los asentamientos, pero los robos se han incrementado este verano. Nosotros no queremos hacer una 'caza de brujas', porque hay rumanos que vienen a trabajar y ganarse la vida honradamente, pero también creo que hay personas que se dedican a delinquir y en estos asentamientos hay gente de ese tipo». La cantidad de robos que están sufriendo estos vecinos, está provocando que muchos de ellos vivan con el miedo en el cuerpo y que muchos de ellos hayan optado por poner sistema de alarma o mejorar sus sistemas de seguridad.
Primitivo Navarro, cuya casa fue asaltada a principios del verano, es uno de ellos. «La situación es bastante complicada, en 20 años no ha habido nunca ningún problema. Yo dejaba las puertas de mi casa abiertas y ahora estoy poniendo rejas en todos lados y cerrojos, aunque en el fondo creo que no tiene mucho sentido, porque si quieren entran. No tenemos tranquilidad». Paulino Pérez fue uno de los primeros en padecer un robo y aunque hace tiempo que los ladrones pusieron los ojos en su casa, la situación le preocupa cada vez más. «Mi mujer dice que le da miedo vivir aquí y que nos vamos a tener que acabar yendo y a eso no hay derecho. Nos hicimos esta casa para pasar el verano, pero si no toman medidas, vamos a tener que marcharnos».
El que todas las casas hayan sido robadas cuando sus ocupantes no estaban en casa, les hace pensar que están siendo vigilados por los delincuentes, con el fin de conocer cual es el momento idóneo para robar. Como Paulino, son muchos los vecinos que han visto a personas 'extrañas' merodeando sus casas. «Ahora están todas las noches de acá para allá observando. Vemos gente merodeando por las casas sin parar. Yo he sorprendido a más de uno y cuando te ven se van».
Rosario, que también ha vivido, aunque en este caso en la casa de sus padres, apoya a Paulino. «Ahora estamos en una continua situación de alerta. Antes estábamos con las puertas abiertas y ahora estamos pendientes de quien pasa y de por qué ladran los perros. Controlan nuestros movimientos, miran que parcelas están abiertas y en cuáles hay gente. Nos sentimos vigilados y con inquietud. Vivimos con preocupación y con candados».
Ayuda
Ante esta situación de inseguridad e incertidumbre, los vecinos no dudaron en dirigirse a los políticos para solicitar ayuda para un problema que no les era desconocido.Rosario Marcos en concreto, se dirigió a la Subdelegación del Gobierno. «Tuve una reunión con el subdelegado de Gobierno y me notificó que estaban detrás del problema, de la seguridad de la zona. Me comentó que tenían una patrulla de municipales en la carretera de las Peñas, para que los inmigrantes no accedieran a dos naves que hay allí, para evitar problemas, como los que se produjeron con los asentamientos de Pansalba. Además de vez en cuando se pasa por aquí la Policía Nacional».
Aunque Rosario ha visto el interés del subdelegado, Manuel González, sigue sintiéndose intranquila. «Fue receptivo y escuchó nuestro problema. Creo que nuestras quejas no han caído en saco roto, el subdelegado ha hecho que estén más pendientes y que se aumente la vigilancia, pero tenemos muchos temores. Hemos sufrido robos y vemos a gente merodear alrededor de las parcelas y eso creo inquietud y malestar».
Soluciones
Vecinos como Emilio García creen que no ha habido un aumento de vigilancia y otros como Primitivo Navarro piensan que si lo ha habido es insuficiente. «Ahora si que viene algún coche de policía, pero vienen de día y de día no roban. Tienen que aumentar la vigilancia de noche que es cuando asaltan las viviendas, si tienen que pagar un plus a los agentes por trabajar de noche, que se lo paguen». Primitivo como otros vecinos se siente discriminado. «Nosotros pagamos los mismos impuestos que los que vivimos en Albacete y si tenemos las mismas obligaciones, también queremos tener los mismos derechos». Esta situación en la que viven, que les hace sentirse indefensos, ha provocado que se hayan planteado posibles soluciones como la de cerrar el acceso a la urbanización, como explica Emilio García. «Nos hemos planteado cerrar los caminos de la parcela a todo aquel que no sea vecino de La Pérgola, pero como se ha quedado como camino de paso no nos dejan».Otra de las posibles medidas que se les ha pasado por la cabeza es la de crear una patrulla ciudadana. «En los momentos de rabia, hemos comentado que podríamos salir por la noche a vigilar para que no nos entren. Pero como digo es en los momentos de rabia, realmente no nos lo hemos planteado como algo que vayamos a hacer de verdad».
Sin embargo, si que tienen miedo a que pueda pasar algo si algún vecino se toma la justicia por su mano. «Pensamos que como la cosa siga así, puede acabar habiendo algún problema grave, si algún vecino con licencia de caza sorprende a un ladrón robando. Le puede pegar un tiro o se puede producir un enfrentamiento en el que haya heridos».
Desalojo
Dejando a un lado estas soluciones hipotéticas, la mayoría piensa que lo mejor es que desalojen los asentamientos, como comenta Rosario Marcos. «Nosotros querríamos que desalojaran esos asentamientos, no sólo por la seguridad de los vecinos, sino también por las condiciones infrahumanas en las que viven. No tienen servicios, ni agua y tienen que hacer sus necesidades en los descampados. Hay un problema higiénico-sanitario bastante gordo. Deberían tirar esas casas».
Aunque ahora ha saltado la liebre en La Pérgola, Emilio García García asegura que el problema no se da sólo en su urbanización, sino que es algo común en otros muchos lugares. «Es una situación que se está viviendo en todo el extrarradio de la ciudad, nosotros conocemos casos en otros lugares como Aguas Nuevas o El Salobral».
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