La Tribuna de Albacete
180 extranjeros viven en el campamento de La Dehesa
Entre 350 y 400 inmigrantes que residen en la capital albaceteña son atendidos por el personal de Cáritas Diocesana de Albacete, en colaboración con el Ayuntamiento, a través de los distintos servicios y programas que tiene en marcha la ONG, actuaciones que se refuerzan en estos meses estivales como todos los años.
La pérdida de empleo por parte de muchos de estos inmigrantes, en particular los que residen en el campamento de La Dehesa, debido a la crisis que atraviesa el país, se está dejando notar en el aumento de la petición de ayuda a Cáritas de Albacete.
Así lo puso de manifiesto ayer el secretario general de Cáritas Diocesana, Emiliano García, que indicó que frente a lo que ocurría el verano pasado por estas fechas donde de los 200 inmigrantes alojados en el campamento de La Dehesa en torno a 150 salían prácticamente a diario a trabajar, ahora la situación ha cambiado radicalmente, y aunque va por semanas y momentos concretos, pero «lo cierto es que de los 180 residentes en dicho campamento hay muchos días que no son más de 30 los que se marchan a trabajar».
Una cifra de población inmigrante a la que hay que sumar los 20 que viven en los dos pisos de acogida que Cáritas, vía convenio con el Ayuntamiento, tiene frente al Cementerio, así como los aproximadamente 150 inmigrantes, todos ellos de nacionalidad rumana, que integran los asentamientos ilegales que hay en la ciudad.
OTRAS PETICIONES.
Dentro de esa atención básica que demandan los inmigrantes a Cáritas, Emiliano García indicó que además de la comida, se pide la tramitación del censo o de la tarjeta sanitaria, así como ropa. «Sólo si el trabajador social detecta una verdadera necesidad se ofrece comida desde Cáritas, ya que no tenemos recursos suficientes como para alimentar a diario a toda la población inmigrante», agregó el secretario general de Cáritas.
Junto a la gestión del campamento de La Dehesa y de los dos pisos de acogida, Cáritas realiza entre otros servicios un censo en los asentamientos irregulares para detectar los niños que viven en los mismos, que el pasado viernes se situaba en la treintena, con el fin de que los menores tengan garantizada la alimentación básica, la ropa y la asistencia sanitaria, ya que la población inmigrante de estos asentamientos, en su mayoría no tiene empleo.
No obstante, el secretario general de Cáritas Diocesana recordó que en la ONG no se hacen distinciones y por tanto el programa de primera acogida y atención básica llega a todo el mundo, sean extranjeros o nacionales, programa que reciben mensualmente en torno a un centenar de personas en la ciudad de Albacete.
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miércoles, 6 de agosto de 2008
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