La Verdad
Se reduce a la mitad el número de víctimas que renuncian al proceso judicial contra su agresor
El número de víctimas de violencia machista que renunció durante el proceso judicial abierto contra su agresor se redujo a la mitad entre 2006 y 2007, al pasar de 117 a 60, el 7,5 por ciento del total, cuando en el año 2001 ese porcentaje se elevaba al 38 por ciento.
La directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Ángela Sanroma, compareció ayer en la comisión de la Mujer de las Cortes de Castilla-La Mancha para dar cuenta del informe de la Ley de Prevención de Malos Tratos y Atención a Mujeres Maltratadas correspondiente a 2007, año en el que murieron cinco mujeres en la comunidad, por dos en lo que va de 2008.El número de denuncias por este tipo de violencia ascendió a 3.006 el año pasado, un 13,99 por ciento más que en 2006, un incremento que llega al 159 por ciento en relación con el año 2001, cuando se aprobó la ley, lo que demuestra, a juicio de Sanroma, que en este tiempo «ha aflorado buena parte de la violencia de género que estaba oculta» en la sociedad.
De las denuncias presentadas, a falta de los datos de la provincia de Toledo, 220 denuncias fueron retiradas por las víctimas en los juzgados.
En más del 90 por ciento de los casos la violencia se produce entre parejas o ex parejas, en una inmensa mayoría con el hombre como agresor (casi el 94 por ciento) y con la mujer como víctima (el 91 por ciento). El verano es el período en el que más denuncias se presentan, quizá por el aumento del tiempo de convivencia, según Sanroma, mientras que la mayor parte de las denuncias proceden de mujeres de entre 31 y 50 años, seguido de aquellas que tienen entre 18 y 30 años.
Se dictaron en 2007 1.409 órdenes de protección, el 85 por ciento de las 1.657 que se solicitaron, mientras que los 83 centros de la mujer de la comunidad atendieron 19.844 consultas relacionadas con la violencia machista, un aumento del 17,75 por ciento sobre 2006. No se supera el 60 por ciento de ocupación de las 273 plazas existentes en los distintos recursos de acogimiento de la comunidad, que el año pasado atendieron a 451 mujeres y 449 menores.Perfil de mujer acogidaEn este sentido, Sanroma detalló el perfil de la mujer atendida en estos recursos: extranjera, de 32 años, con educación obligatoria, con hijos y sin trabajo, que ha intentado romper con su agresor más de una vez, ha denunciado y que sufre malos tratos desde el inicio de la convivencia y con frecuencia diaria.
Pese a que el año pasado descendió en un 14 por ciento el número de mujeres españolas que utilizó los recursos de acogida en la comunidad, el porcentaje de mujeres inmigrantes aumentó un 15 por ciento y se situó en el 54 por ciento del total.
Según Sanroma, el descenso general de los ingresos se debe al incremento de la sensibilización, a los recursos que permiten la protección a distancia y a la labor de las familias y los amigos, pero, algo que no ocurre entre las mujeres extranjeras, pues en muchos casos no pueden recurrir a esos familiares o allegados.
El tiempo de exposición a la violencia se ha reducido, según el Instituto de la Mujer, y ahora se sitúa en seis años, dos en el caso de las mujeres jóvenes.Sanroma valoró que el porcentaje de mujeres que abandona estos centros de acogimiento para volver con su agresor ha descendido del 26 por ciento al 16 por ciento entre 2001 y 2007, mientras que el 32 por ciento reinician solas o con apoyo familiar una nueva vida.
También destacó que 96 mujeres se beneficiaron de los dispositivos de localización inmediata y que otras 390 participaron en el programa de teleasistencia móvil (localización por GPS).En los tribunalesEn cuanto a los procedimientos judiciales, el año pasado se tramitaron 799, con un sensible descenso en el número de renuncias (de 117 a 60), en su mayor parte por perdón al agresor o por miedo a las represalias.
También ha aumentado el porcentaje de sentencias condenatorias sobre el total de las dictadas, aunque en 2006 hubo 199 condenas y en 2007 148.Sobre 199 sentencias firmes, 74,37 por ciento fueron condenatorias, cinco puntos más que el año pasado, y, de esas 148 condenas, 111 fueron tipificadas como delito y en casi el 57 por ciento se estableció pena de prisión.
De otro lado, un total de 67 mujeres autorizaron la publicación de la sentencia condenatoria contra su agresor, 29 menos que el año anterior, cuando lo hicieron 96.En cuanto a los agresores, el informe destaca que 45 de ellos participaron en el programa Vitrubio de intervención psicológica para hombres que han practicado la violencia, mientras que un 14,13 por ciento quebrantaron la condena. La provincia con más denuncias fue Toledo, con 819, seguida de Albacete (749), Ciudad Real (699), Guadalajara (386) y Cuenca (353), aunque la tasa de denuncias por mil habitantes invierte esos términos: Albacete aparece en primer lugar (1,91), seguida de Guadalajara (1,72), Cuenca (1,67), Ciudad Real (1,37) y Toledo (1,28).
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