La Tribuna
Las organizaciones agrarias UPA y Asaja no han recibido por el momento peticiones de agricultores para traer durante la campaña de varea trabajadores de otros países
Si ya el año pasado fueron escasas las demandas de temporeros de fuera del país para acometer los trabajos propios de la varea -unos 300 en las comarcas de Talavera, por ejemplo-, este año estas peticiones han decrecido hasta convertirse en inexistentes, al menos de momento. Así lo confirmaron a este diario tanto Elisa Fernández como Blanca Corroto, secretarias provinciales de UPA y Asaja respectivamente.
De esta forma, los agricultores se están sirviendo principalmente de rumanos, que llevan viviendo años en España, y españoles para la varea. Sobre todo parados del sector de la construcción, manifestó Fernández. Corroto, por su parte, confirmó este extremo y añadió que, no obstante, es pronto para determinar que no habrá ninguna petición de temporeros extranjeros, no en vano el momento fuerte en la cosecha de la aceituna tendrá lugar a primeros del próximo mes de enero, estando previsto el fin de la campaña a mediados de febrero.
En cualquier caso, la varea ya ha comenzado, en las zonas que cuentan con la variedad picual, y todo apunta a que ese año, por lo menos, los extranjeros que tuvieran previsto viajar hasta España para poder trabajar en el campo tendrán que hacer otros planes en sus países.
Previsiones.
En cuanto a las previsiones de recogida, aún es pronto para confirmar cifras, no en vano las cooperativas, adelantó la coordinadora de UPA, empezarán a recibir el fruto esta semana o la que viene. A pesar de ello, y sin datos ‘sobre la mesa’, Fernández adelantó que la campaña será más o menos similar a la del pasado año, pues no se ha producido en los últimos meses ningún fenómeno climatológico adverso que pueda frenar la producción.
Corroto, sin embargo, cifró en un 30 por ciento o incluso más la reducción de la cosecha con respecto a la anterior, ya que, recordó, el olivar es ‘vecero’, de forma que si un año el número de kilos es alto al siguiente no suele serlo tanto. En este sentido, la última campaña fue «récord» -de 43.000 toneladas-, de ahí que Asaja entienda que este año será notablemente inferior, ya que, además, «ha habido un ataque alto de picada de mosca».
Se trata de una merma en el número de kilos que no obstante no se reflejará por igual en todas las zonas de la provincia. De hecho, en la que comprende Montes-Navahermosa es posible incluso que sea superior, mientras que en las de Mora y Montes-Yébenes la reducción puede ser superior a ese 30 por ciento, llegando hasta el 50 o 60 en algunos casos. Con todo, la organización agraria espera que en el conjunto de Castilla-La Mancha la producción esté entre las 70.000 y las 80.000 toneladas.
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