ABC de Toledo
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, tuvo ayer una ajetreada jornada en Toledo. Tras entrevistarse con el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, se reunió con las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de la región y por la tarde, visitó junto al alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page, las Escuelas Taller de Restauración Palacio de Amusco y Casa del Diamantista.
A mediodía, en su comparecencia ante los medios y tras realizar un riguroso análisis de la situación económica, el ministro explicó las medidas puestas en marcha por el Gobierno central para salvar el sistema financiero y sus consecuencias a corto, medio y largo plazo.
Sobre si están garantizados los fondos de la Seguridad Social, Corbacho fue muy rotundo en su respuesta: «La hucha nuca ha estado tan llena, la Seguridad Social tiene una salud de hierro», con 56.000 millones en el Fondo de Garantía. Y continuó diciendo que el citado organismo terminará el año con más de 10.000 millones de euros de superávit y que las previsiones apuntan a que el año 2009 también se cerrará con supervit.
Aunque reconoció que el dato del paro en el mes de noviembre es «negativo», Corbacho vaticinó que el desempleo seguirá aumentado «con menos intensidad que en los últimos meses».
Se mostró convencido de que los 8.000 millones de euros del Fondo Estatal de Inversión Local tendrán un impacto «potente» en la economía y la generación de empleo, aunque añadió que «hasta el 1 de marzo va a ser difícil ver las hormigoneras en la calle y a la gente trabajando». Y matizó que a partir del segundo semestre de 2009 comenzará una reactivación económica global y también en España, «aunque la rapidez dependerá de muchos factores».
Corbacho incidió en la magnitud de esta medida en el corto plazo y citó como ejemplo que el actual Gobierno municipal de Hospitalet tendrá en 2009 la posibilidad de invertir los mismos fondos de los que él disponía en una legislstura cuando era alcalde de esa población.
Corbacho recordó que, además, el Ejecutivo ha aplicado medidas no para salvar a los bancos, sino «para salvar el sistema financiero, pues, si éste se hunde, se hunde la economía».
«Ahora toca pedirle a los bancos, que no se apalanquen», continuó el ministro, para que la inyección de liquidez y de confianza realizada por el Ejecutivo llegue a las empresas y a las familias.
El responsable de Trabajo hizo hincapié en que el diferencial entre España y el resto de Europa en tasas de desempleo responde a un modelo económico desarrollado en los últimos 15 años en torno a la pujanza de la construcción «del que todos somos responsables».
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