La Tribuna de Talavera
La crisis se agudiza, el paro se dispara y las familias necesitan cada vez más ayuda. Es el resumen de la situación que está viviendo Cáritas en Talavera. Desde hace meses han visto como se han multiplicado sus peticiones de ayuda, tanto que en algunas épocas el banco de alimentos ha estado bajo mínimos. Y la demanda sigue creciendo.
Vicente Domínguez, sacerdote responsable de Cáritas en la ciudad, confirmó a este diario que, lejos de mejorar la situación «lo que hacemos es crecer en peticiones. No se ha estabilizado, cada vez acude más gente» a solicitar una colaboración de esta organización, explicó. Con todo, las necesidades del banco de alimentos no son ahora mismo acuciantes, ya que la Navidad es una época proclive a la solidaridad y siempre son mayores las donaciones en estas fechas. «Ahora con la Navidad estamos con las recogidas de la operación kilo en los colegios y la gente es bastante sensible en estas fechas», explicó a este diario.
Esta época «siempre es un momento bueno para hacer un poquito de acopio», relató. Sin embargo el impresionante aumento de la demanda (de más de un 40 por ciento) hace que no se sepa cuánto tiempo durarán estas reservas: «Otros años nos suele durar hasta marzo o abril, pero a lo mejor éste se nos acaba en febrero», explicaba Domínguez. Leche y aceite son los alimentos que más escasean.
Semanalmente se atiende a unas 100 familias en el banco de alimentos de esta organización en la ciudad. Y continúa cambiando el perfil de los solicitantes de ayuda. Antes se trataba en su mayoría de inmigrantes, mientras que cada día más aumenta el número de españoles «que pierden su trabajo y ven que con lo que les queda de paro no pueden hacer frente casi ni al pago de las hipotecas de sus pisos».
Para afrontar el aumento de necesidades, desde Cáritas se han puesto en marcha varias iniciativas en los últimos tiempos, ya que la escasez ha llegado también al ropero, donde «nos empiezan a demandar ropa de niño y no tenemos». Así, se ha lanzado un llamamiento «a más de cien tiendas y almacenes de ropa de toda la provincia» para pedirles su colaboración, así como a «más de cien cooperativas de aceite». Por el momento los resultados de estas acciones son escasos. Si se va notando otra de las campañas que se pusieron en marcha: la de solicitar a quienes habitualmente acuden a llevar ropa que donen también algún alimento no perecedero.
Además, en los últimos tiempos se han sumado varias iniciativas solidarias, como la acción de algunas parroquias de la ciudad, de equipos de fútbol como el Velada o de alguna ONG de localidades de alrededor de Talavera. Poco a poco, aseguró Domínguez, «se va notando una pequeña sensibilización».
Se mantiene, eso sí, la lista de espera para la entrevista inicial que se realiza a cada solicitante de ayuda cuando llega a Cáritas. «Estamos dando cita para enero», indicó Domínguez, que reconoce que es difícil encontrar a voluntarios con la capacitación, el tiempo y el compromiso necesarios para esta tarea, aunque últimamente se ha incorporado alguno más.
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