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viernes, 19 de septiembre de 2008

Fallece un indigente lituano en el Parque Lineal, al parecer, por causas naturales


La Verdad

Los inmigrantes amigos del fallecido aseguran que hay decenas de indigentes frente a la Comisaría de Policía Nacional viviendo en la calle

Alrededor de las tres y media de la tarde de ayer, fallecía en el Parque Lineal, a la altura del denominado Puente de Madera, un indigente de nacionalidad lituana, junto al banco en el que tantas veces había pasado la noche.

Aunque el cuerpo se encuentra en el Hospital Perpetuo Socorro, a la espera de que se le practique la autopsia, todo parece indicar, según fuentes de la Subdelegación de Gobierno, que el hombre falleció por causas naturales. El cuerpo del fallecido fue encontrado por otro mendigo, que inmediatamente y gracias a la proximidad con la comisaría, informó de la muerte de su compañero lituano a la Policía Nacional, por lo que en menos de hora y media se había retirado el cadáver del lugar y desprecintado la zona.

Repentino
En los alrededores del sitio donde había fallecido el indigente, se encontraban, muy apenados, varios inmigrantes, amigos de la víctima. Uno de ellos, Ahmed Ibnrass Marmri, natural de Casablanca, explicaba como se había producido la muerte. «Yo estaba en el albergue y me han avisado unos amigos de que había muerto y he venido para acá inmediatamente. Según me han dicho, se cayó de repente, boom, le dio un ataque y se murió». Al parecer la salud del mendigo, no era muy buena, como explicaba Ahmed. «Dormía en la calle y ya era viejo para aguantar el frío. Pasaba tres días en el albergue, pero ya no podía regresar hasta tres meses después, a veces tenía que ayudarlo a levantarse». Otra de sus amigas, la letona Gunta Beikhane, explicaba que aunque había trabajado en el campo recogiendo naranja y aceituna o en la vendimia, en la actualidad no tenía ocupación alguna y su estado de salud era muy malo.Una salud que se veía más deteriorada por sus malos hábitos. «No trabajaba y bebía mucho y apenas comía».

Coronel
A pesar de encontrarse muy apenada por el fallecimiento de su amigo, Gunta ofrecía más datos sobre su identidad. «Llevaba 15 años en España, diez de ellos en Valencia, dos y medio en Isla Cristina (Huelva) y otros dos y medio en Albacete. Tenía 55 años, era coronel del Ejercito Lituano y en su país tenía dos hijos». Según explicaban los indigentes y según puede apreciarse al pasar por la zona, son muchos los inmigrantes que viven en el parque y que duermen en los bancos. Ahmed lo explicaba así. «Aquí somos un montón 70, 80, 100 o más, dormimos en la calle y pasamos mucho frío, sobre todo los que son más mayores».

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