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miércoles, 2 de julio de 2008

La falta de trabajo hace prever un verano difícil para los inmigrantes


HOY. LA MANCHA

Echar mano de la familia para sacar adelante la cosecha se está convirtiendo en lo más habitual entre los productores de ajo de La Mancha conquense durante esta campaña. La crisis por la que atraviesa el sector agrario – motivada en gran parte por el incremento de costes de producción­– y las graves pérdidas de cosecha ocasionadas por las lluvias tardías, junto a los bajos precios de mercado no deja muchas alternativas al productor.

Además, el descenso de cosecha requiere menos mano de obra que en años anteriores y el agricultor que puede, evita dar unos jornales que a la postre se llevarán los pocos beneficios que quedarán de una cosecha maltrecha en las que las pérdidas se calculan hasta en un 60% en ajo temprano. El ajo morado no saldrá mejor parado, las lluvias no han provocado tantos daños en esta variedad, pero sí han afectado al calibre. Con menos tamaño, menos kilos y menos precio en el mercado.

A todo esto se suma la mala campaña que el pasado año tuvo la cebolla y que ha motivado el abandono de muchas explotaciones.

Todo esto hace prever “un verano difícil para los miles de inmigrantes que han llegado a la comarca y no tienen trabajo”. Así lo ha puesto de manifiesto el concejal de Agricultura en el Ayuntamiento de San Clemente, Carlos Mata.

Mata ha destacado que de momento apenas se han detectado incidentes, “pero lo cierto es que ante esta situación son muchos los que no tienen medios para cubrir sus necesidades más básicas y mientras, los ayuntamientos tenemos las manos atadas”.

En estos momentos, en San Clemente se encuentran más de 500 inmigrantes, “la mayoría sin papeles” que están en la calle. El Consistorio quería habilitar un albergue este año pero al final no ha sido posible. De todas formas, Carlos Mata, señala que aunque el alojamiento es importante, no es la solución al fenómeno de la inmigración, ni menos aún a la falta de trabajo incrementada por la crisis de sectores como la construcción. Las fuerzas de seguridad –Policía Local y Guardia Civil– trabajan intensamente para intentar controlar el flujo irregular, pero no hay suficientes medios, razón por la que no se descarta la posibilidad de celebrar una Junta Local de Seguridad y buscar soluciones para intentar aumentar el operativo. De momento lo que sí hará en breve el Consistorio es ampliar la plantilla de la Policía Local con dos agentes más.

SI NO HAY JORNALES LOS TEMPOREROS NO TENDRÁN NI PARA COMER

El secretario provincial de UPA, Francisco Javier Moya alerta de que "si no hay jornales, muchos de los temporeros no tendrán dinero ni para comer".

Según el líder agrario tan sólo el 10% de los temporeros que ha llegado a la comarca de La Mancha conquense están trabajando a día de hoy.

Además, según Moya se está registrando mayor afluencia de temporeros que en otras campañas, algo que a su juicio se debe a que la crisis del a construcción ha llevado a muchos inmigrantes a buscar trabajo en las campañas agrarias. A esto se añade la falta de empleo para los inmigrantes de Europa del Este que están censados en los pueblos pero que, debido a la moratoria, no tienen empleo.

Con todo, la situación es preocupante, la diferencia de necesidades de mano de obra con campañas anteriores es abismal, tanto es así que Moya asegura que de los 350 trabajadores alojados en los albergues de Las Pedroñeras, sólo 10 ó 15 tienen trabajo.

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