El Día de Ciudad Real
M. Luther King dijo una vez que los hombres habíamos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no habíamos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos. El Servicio de Atención y Mediación Intercultural, SAMI, de Ciudad Real aporta lo necesario para poder llegar a hacer más fácil esa ansiada convivencia.
Una puerta de entrada a la ciudad abierta a los colectivos más vulnerables o en riesgo de exclusión o marginación social. El SAMI de la capital nació hace más de un año para contribuir a mejorar la comunicación e integración de los inmigrantes que viven en Ciudad Real, un servicio que está enmarcado dentro del Plan Regional de Integración Social, PRIS. Precisamente hace escasos días, la Junta de Castilla-La Mancha renovaba el convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Ciudad Real y prolongaba al menos un año más la vida del SAMI.
Las diferencias culturales e idiomáticas contribuyen a que muchos inmigrantes se encuentren en situación de exclusión social o vulnerabilidad, frente a ello se planteó la existencia de un componente mediador.
Pilar Sánchez es la técnico que se encuentra al frente del SAMI. Desde su puesta en marcha, el servicio ha logrado un notable éxito puesto que ha atendido a más de 2.200 personas. Este año han sido 900 los inmigrantes que han precisado este servicio.
Desde el SAMI se facilita el acceso a todos los recursos públicos y privados para contribuir a la integración de los inmigrantes en Ciudad Real. “Cuando llegan a la ciudad están desorientados, no saben como empadronarse, cómo sacar la tarjeta sanitaria, buscar empleo...”, apuntaba Sánchez. Ella les informa y les orienta en cuestiones relacionadas con vivienda, formación, trabajo, sanidad, extranjería, ocio... e incluso realizan actuaciones de acompañamiento físico.
Además del servicio orientativo se facilita el proceso de normalización de la población extranjera. Desde el SAMI se gestiona el informe de inserción social de arraigo para obtener el permiso de residencia por causas excepcionales. Los inmigrantes tienen que acreditar su permanencia continuada en España durante un periodo de tres años y contar con un contrato de trabajo, entre otros requisitos. A lo largo del año, el SAMI ha tramitado 100 informes para obtener el permiso de trabajo y residencia temporal por arraigo social.
En los casos que sea necesario un alojamiento para las personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas, Sánchez realiza una propuesta a la delegación provincial de Bienestar Social para gestionar su solicitud de una plaza en un CATI, Centros de Acogida Temporales para Inmigrantes. El tiempo máximo de estancia en estos centros es de tres meses. Este año se han realizado 18 derivaciones a los CATI.“Tienen que ser personas con el perfil muy afinado, no se admiten toxicómanos, transeúntes o personas que estén ejerciendo la prostitución”, explicaba Sánchez. En la provincia existen tres Centros de Acogida Temporales para Inmigrantes, uno en Alcázar de San Juan, especializado en personas que padecen lesiones que les incapacitan para llevar una vida normalizada; otro en Valdepeñas, dirigido a hombres con un alto deterioro psicosocial fruto del fracaso migratorio y un tercero en La Solana, dedicado a familias. También en Ciudad Real capital se encuentra el centro Mancha Acoge, para mujeres inmigrantes con cargas familiares.
La técnico del SAMI igualmente participa en tareas de mediación social e interviene en la resolución de conflictos cuando la situación lo requiera. Este año ha actuado en 6 mediaciones, en su mayoría entre familiares.
Aunque el trabajo del SAMI lo realiza ella sola lo hace en colaboración con el equipo de la Concejalía de Bienestar Social y en coordinación con los servicios sociales del Ayuntamiento y otros organismos públicos, asociaciones u ONG.
También cuenta con un la ayuda de un dispositivo de Intermediación Lingüística, puesto que acuden inmigrantes de diferentes países que no hablan castellano como Rumanía, Marruecos, China, Rusia... Así, gracias a un biauricular conectado a un móvil pueden comunicarse, con ayuda de un intérprete de enlace no presencial, evitando desplazamientos innecesarios. Las traducciones son simultáneas y existen más de 30 idiomas, entre los que destacan los más hablados por la población inmigrante de Castilla-La Mancha como el rumano, ucraniano, búlgaro, francés, inglés...
La figura del mediador intercultural en España surgió como consecuencia del aumento de la población extranjera y de diferentes culturas en un mismo espacio. También desarrolla actividades de sensibilización en colegios e institutos y jornadas dirigidas a empresarios. Este año puso en marcha en el mes de octubre el Primer Encuentro Intercultural Ciudad Real.
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