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jueves, 19 de junio de 2008

Los inmigrantes no ven útiles las ayudas a la repatriación

El presidente de la Asociación “Los Andes” cree que tendrá poca repercusión en la provincia

HOY. CIUDAD REAL 19/06/2008

Ante la mala situación del mercado laboral provocada por la crisis económica, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, propuso hace poco un programa de repatriación incentivada. Los inmigrantes que hubieran quedado en el paro podrían volver a su país cobrando todo el subsidio por desempleo al que tienen derecho en dos entregas. La medida ha suscitado críticas desde varios sectores de la sociedad, pero sobre todo desde los colectivos inmigrantes, como la Asociación “Los Andes” de Ciudad Real, que duda de que muchos se sumen a ella.

Su actual presidente, Ricardo Gustavo Cuello, explica que el principal motivo para que esta medida no tenga aceptación entre la población inmigrante es que los que tienen su situación regularizada y llevan mucho tiempo en nuestro país tienen “un proyecto de vida” ya hecho en España. Al mismo tiempo, la situación en sus países de origen suele ser mucho peor que la del nuestro en el aspecto económico.


Por estas razones, argumenta Cuello, un inmigrante regularizado que esté en paro tiene motivos para dudar ante la oferta que plantea Corbacho. Si la acepta, “¿a qué se va y adónde se va?”, se pregunta; él mismo responde que “a estar en un estado de inestabilidad” en la mayoría de los casos. El dinero con el que se incentiva la repatriación, agrega, no compensa este viaje de vuelta, pues tarde o temprano se acaba.

Para Cuello, la mejor prueba de que esta medida no va a tener mucha aceptación se encuentra en las estimaciones que el propio ministro hizo del número de inmigrantes que la aprovecharían para volver a su país: 20.000 parados de un total de 100.000.

Mejor para los “sin papeles”
A juicio del presidente de “Los Andes”, esta medida funcionaría mejor si se dirigiera a los inmigrantes indocumentados, ya que los que están en paro tienen mucho más difícil encontrar trabajo aquí, y suelen carecer de medios propios para volver. Desde la propia asociación, en colaboración con otros colectivos, se tramitan muchas peticiones de ayuda de este tipo.

El problema es que, entre que les llega una petición de esta índole y la derivan a la asociación a la que corresponde ayudar, pasa un periodo de tiempo relativamente largo, de hasta tres meses. Esto se debe a que hace falta un informe y una evaluación del caso, para ver si cumple los requisitos para recibir ayuda o no.

Ruptura del núcleo familiar
Ricardo Gustavo Cuello también criticó, aunque con matices, las modificaciones que el Ministerio pretende introducir en el reagrupamiento familiar, por la que ya no se incluiría en este derecho a los ascendientes. En cierto sentido, admite, es “una medida acertada”, porque si el padre y la madre de cada grupo familiar trajeran a España a sus respectivos progenitores, la población aumentaría en varios millones y “colapsaría el sistema”. Pero la medida podría también ser “abusiva”, añade, si impide reunir en nuestro país al “núcleo familiar”: padre, madre e hijos.

La mención de este tema sirvió también a Cuello para reprochar la actitud general del Gobierno ante los inmigrantes. “Cuando se les necesita se les llama, y cuando la situación es de incertidumbre se les manda a su casa”, se lamentó, y eso provoca que el colectivo se sienta “usado”.

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